Debido a que en el colegio existía un espacio sub-utilizado y se observaba la poca conciencia por la preservación de nuestro entorno se planteo la posibilidad de implementar un huerto en el que los niños fueran los principales agentes de trabajo y a la vez se vinculara a la comunidad en general en este nuevo reto. Se empezó por adecuar el espacio, quitando los pupitres viejos de allí, deshierbando y poniendo una cerca rustica para proteger los sembrados de los otros niños y realizando una pequeña investigación sobre las semillas que se podían sembrar al igual sobre su tiempo de germinación, frecuencia del riego y producción de la cosecha.
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